Inmemòrian

Comunicado:




A la opinión pública nacional e internacional.
Declaramos frente a los últimos actos de resistencia ocurridos en el Lafken Mapu, actual provincia de Arauco, lo siguiente:

Uno: Reivindicamos la quema total de una cabaña perteneciente a un winka usurpador en el sector Coihueco, lago Lleu-Lleu.

También reivindicamos la quema total de un campamento de brigada forestal de Bosques Arauco, sector Peleco y el ataque contra cuatro camiones forestales que prestaban servicio en el fundo La Fortuna (Huentelolen), sector Lanalhue.

Dos: Con estas acciones reafirmamos nuestro compromiso de lucha y resistencia contra las inversiones forestales, mineras, latifundistas y energéticas, nacionales y transnacionales, en nuestro territorio ancestral Mapuche.

Tres: Exigimos la libertad inmediata de todos nuestros Presos Políticos Mapuche y la restitución inmediata de nuestro territorio ancestral Mapuche.

Con nuestros héroes Leftraru, Lemun, Catrileo, Collío y otros, con la dignidad de nuestros presos y perseguidos, avanzamos hacia la Liberación Nacional Mapuche.

WEUWAIÑ!

Órgano de Resistencia Territorial Lafkenche.
Coordinadora Mapuche Arauco Malleco.
ORT-CAM.

Comunicado Publico Resistencia Ancestral Mapuche




A Nuestro Pueblo y a la Opinion Publica en general declaramos:

Que como pu Weichafe del Pueblo Mapuche asumimos en plenitud las Acciones de Resistencia desarrolladas en Territorio Mapuche de la zona norte del Nawel Wapi (hoy villa la angostura) en el cerro Belvedere, contra el usurpador estadounidense William henry -bill- Fischer, donde se procedió a la quema de un trailer y parte de una construccion de material, sobre la entrada hacia el antiguo espacio sagrado Pillan Lelfun donde se encontraba el Rewe de las Lof Ancestrales, además de algunos cortes de alambre impuestos por Fischer y “manu” ginobilli en el mirador Belvedere, quienes no cesan con la usurpación y destrucción del Wal Mapu.

Estas acciones se enmarcan dentro de las Luchas Territoriales que como Pueblo desarrollamos para nuestra Reconstrucción en todo Nuestro Territorio Ancestral y encuentra en esta zona un punto estratégico en la consolidación de la opresión del capitalismo occidental, aun habiendo resoluciones de organismos internacionales como la CIDH nuestros derechos políticos y territoriales son negados y la represión legal e ilegal se profundiza en todo el Wal Mapu, como el ataque a balazos por parte de grupos Parapoliciales a nuestra gente en el Lof Loncon Paraje Tres Cerros “CoMalleu” (Comallo), cuyos winka que disputan violentamente la Tierra Mapuche poseen sendos intereses en Villa la angostura y otras zonas, como cabañas y escuela privada, tienen relación con el Frente para la Victoria, el poder judicial y la Sociedad Rural. Con todos estos antecedentes pretenden vendernos el cuento de los Derechos Humanos y la Interculturalidad.

Es tiempo de tomar real conciencia del enemigo y de Nuestro Pueblo, quienes sigan callando e inertes serán cómplices del despojo, como así también quienes bajo su discurso integracionista e institucional occidental solo frenan el real avance de las Comunidades hacia la Conciencia Ancestral, el Control Territorial y la Reconstrucción de Nuestro Mundo.

La Autodefensa y la Resistencia son el Camino a la Liberación, la falsa paz del sistema solo perpetuara nuestra sumisión y el exterminio.
La Resistencia Ancestral Mapuche no es una estructura organica occidental sino un nivel de conciencia y actitud Libertaria Ancestral que responsable y consecuentemente continuara desarrollandose en todo el WalMapu en nuestras comunidades autonomas y en conflicto por Territorio y Dignidad, Nuestra normativa es el AzMapu no la ley winka.Por nuestros Weichafe y Ancestros MuertosNi un minuto de silencio, toda una vida de combate, usurpadores sus intereses estan dentro de nuestro Territorio y en nuestra mira.

Fuera inmobiliarias, terratenientes, multinacionales y todos los usurpadores del Wal Mapu

Libertad a nuestros Weichafe Presos Políticos encarcelados por el estado opresor chileno.

Ninguna Agresion Sin Respuesta. Un Solo Pueblo, Un Solo Territorio, Una Sola Lucha por Nuestra Libertad.

laiaingun pu ianakona ka weshainma winka, amulepe weichan pu aukache, femuechi tain weichafe iem zeumakulein, weftui pu weichafe, ñielaiñ mapu muleai aukan…

Territorio Autonomía Resistencia Reconstrucción Liberación

Pu Weichafe Resistencia Ancestral Mapuche Nawel Wapi – Puel Wili Mapu meu.

Revista Resistencia



A LA POBLACIÓN DEL MUNICIPIO DE TORIBÍO



FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA
EJÉRCITO DEL PUEBLO FARC - EP

Comando Conjunto de Occidente

A LA POBLACIÓN DEL MUNICIPIO DE TORIBÍO

El pasado 9 de julio, unidades de las FARC-Ejército del Pueblo, realizamos un ataque a la estación de policía y a un comando de las fuerzas especiales del ejército acantonado dentro de una vivienda del área urbana del municipio de Toribio. Muchas de las casas que resultaron afectadas habían sido alquiladas o cedidas por sus dueños a miembros de la policía y del ejército, quienes las estaban habitando en el momento del ataque.

Lamentamos la muerte y heridas causadas a civiles, así como otros daños ocasionados por los efectos colaterales del combate. Señalamos como único responsable de los daños al Estado colombiano, por mantener personal e infraestructura militar en medio de la población civil. A la vez, hacemos un llamado a los medios de comunicación a que sean objetivos e imparciales, ya que en las informaciones transmitidas, en ningún momento han hecho alusión a la las decenas de bajas producidas, entre policías y miembros del ejército, así como el daño a la infraestructura militar atacada.

Al ubicar las unidades militares en medio de los pobladores, con el supuesto de “proteger a la población civil” -cuando en realidad buscan es que por la presencia de la población la insurgencia se abstenga de atacarlos- en un contexto de intensificación de la guerra como el que caracteriza a Colombia, el Gobierno está violando normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH), del cual es firmante el Estado colombiano, y en relación a lo cual no se ha pronunciado la oficina en Colombia de la ONU. Más precicamente el Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra, Artículo 58 - Precauciones contra los efectos de los ataques, el cual dicta:

“a) se esforzarán, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 49 del IV Convenio, por alejar de la proximidad de objetivos militares a la población civil, las personas civiles y los bienes de carácter civil que se encuentren bajo su control;

b) evitarán situar objetivos militares en el interior o en las proximidades de zonas densamente pobladas;

c) tomarán las demás precauciones necesarias para proteger contra los peligros resultantes de operaciones militares a la población civil, las personas civiles y los bienes de carácter civil que se encuentren bajo su control.”

Igualmente es frecuente que unidades de la policía y el ejército abusen del poder y mediante el uso de las armas amedrentan e impiden la libre movilización de la población, señalándolos de guerrilleros o auxiliadores de la guerrilla, con lo cual también violan los derechos fundamentales (civiles y políticos) de las personas. En otros casos las convierten en blanco de disparos, ametrallamientos y bombardeos indiscriminados, llegando al homicidio de comuneros como ocurrió en el casco urbano de Toribío el pasado mes de junio cuando la policía asesinó al joven Wilmer Ovidio Yatacué Yonda, de la vereda Sesteadero. De esa manera están violando el artículo 93 de la CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA:

“Los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción, prevalecen en el orden interno.

Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se interpretarán de conformidad con los tratados internacionales sobre Derechos Humanos ratificados por Colombia.”

Por todo lo anterior, y en aras de evitar nuevos daños a la población civil, es necesario impedir la reconstrucción del puesto de policía dentro del área urbana, y que de ninguna manera los toribianos presten o alquilen sus casas a ejército y policía, exigiéndoles que alejen sus comandos y personal militar de las áreas pobladas.

Así como el Estado es el único responsable de los perjuicios causados a la población civil, por ello mismo el Gobierno está obligado a reparar los daños causados a los ciudadanos por efecto de la guerra que promueve e intensifica a cada día.

El conflicto social y armado que lleva décadas en nuestro país, tiene profundas raíces en las desigualdades sociales, por tanto no se resuelve con más bombas y más balas. Es mediante diálogos entre Gobierno e insurgencia, a partir de los cuales surjan acuerdos para una mayor inversión social y garantía de todos los derechos económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales de los colombianos, que podemos superar la guerra interna.

Llamamos a la población, sus organizaciones sociales y movimientos y partidos políticos a exigir al gobierno oligarca y fascista de Santos a buscar una solución política al conflicto social y armado en nuestro País.

RECOMENDACIONES A LA POBLACIÓN CIVIL COLOMBIANA

1. La población civil debe evitar que los cuarteles militares y de policía sean ubicados cerca de sus casas de habitación o en lugares de concentración pública.

2. La población civil debe evitar que militares y policías les utilicen sus vehículos particulares o vehículos de transporte público en servicio. Si los propietarios o conductores son obligados, es preferible bajarse y entregar las llaves del vehículo, dejarlo a responsabilidad de los militares y exigir la firma de un papel que así lo señale.

3. La población civil debe abstenerse de abordar vehículos militares de cualquier tipo.

4. Los vehículos civiles en las carreteras, deben conservar una distancia mínima de 500 metros respecto de vehículos y caravanas militares.

5. La población civil debe abstenerse de servir de guía a las patrullas de la Fuerza Pública en las zonas rurales.

6. La población civil debe abstenerse de ingresar en guarniciones militares o a cuarteles de policía. Tampoco debe dormir en ellos.

7. En zonas de conflicto, los vehículos de prensa y de organismos humanitarios deben transitar con distintivos perfectamente visibles y a mínima velocidad.

LA DISPUTA POR LA UTOPÍA




Carlos Ramos
Frente Internacional – ELN

Nuestra América es hoy, como ha sido desde hace cinco siglos, un territorio en disputa: una disputa que es atravesada por la pugna histórica entre revolución y contrarrevolución, entre dominación y emancipación. Esta disputa se da en múltiples planos: el geopolítico, el económico, el geográfico-territorial, el ideológico y el cultural-simbólico.

De todas éstas, tal vez la más determinante, en estos momentos, sea la que se libra en el plano cultural-simbólico, debido a que es desde ahí donde se disputan los imaginarios utópicos de los pobres de la tierra. Desde ese teatro de operaciones se sostiene el proyecto civilizatorio de la modernidad capitalista y se revela la fuerza principal de la hegemonía estadounidense: la imposición del modo de vida norteamericano como horizonte utópico de las grandes mayorías de la población mundial y, en especial, de los más pobres. En la historia de la humanidad, ningún otro proyecto cultural o religioso ha colonizado tan efectivamente los imaginarios colectivos de los pueblos del planeta, y su hegemonía representa la victoria ideológica más significativa del imperialismo norteamericano.

Desde nuestro continente latinoamericano, actualmente sacudido por un nuevo ciclo histórico de luchas emancipatorias, han surgido nuevas alternativas civilizatorias que desafían el dominio del proyecto de la modernidad capitalista. Las propuestas nuestroamericanas apuntan a ricas y novedosas concepciones del socialismo latinoamericano. Ejemplo de ello son el Sumak Kawsay, el Socialismo del Buen Vivir, el socialismo del Siglo XXI y el Socialismo Raizal que plantearon Camilo Torres y el maestro Orlando Fals Borda. Estos proyectos históricos de liberación humana y nacional plantean una ruptura, no solamente con el capitalismo como sistema de producción y reproducción de la vida, sino también con el mismo modelo civilizatorio eurocéntrico y colonizador.

Se trata de alternativas civilizatorias que encierran en sí valores y ordenamientos socio-culturales ajenos a los que reproduce la modernidad capitalista por medio de su agresivo proyecto de colonización cultural. Por ejemplo, David Choquehuanca Céspedes (2010), ministro de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia, describe de la siguiente manera la ética que resume la propuesta del Vivir Bien:

“Mentir, robar, atentar contra la naturaleza posiblemente nos permita vivir mejor, pero eso no es Vivir Bien. Al contrario, Vivir Bien significa complementarnos y no competir, compartir y no aprovecharnos del vecino, vivir en armonía entre las personas y con la naturaleza.

El Vivir Bien no es lo mismo que el vivir mejor, el vivir mejor que el otro. Porque para el vivir mejor, frente al prójimo, se hace necesario explotar, se produce una profunda competencia, se concentra la riqueza en pocas manos. Vivir mejor es egoísmo, desinterés por los demás, individualismo.

El Vivir Bien está reñido con el lujo, la opulencia y el derroche, está reñido con el consumismo.”

Son precisamente esos los principios que sustentan al proyecto histórico del socialismo latinoamericano y lo distingue de las experiencias del llamado “socialismo real” de la Europa del siglo XX. Esos socialismos se erigieron sobre la base de los principios y valores que propugna el modelo civilizatorio de la modernidad europea: progreso, desarrollo, androcentrismo y sometimiento de la naturaleza. También privilegiaron el protagonismo del Estado y sus instituciones por encima del protagonismo del pueblo y sus comunidades. Nada más ajeno a la tradición histórica de Nuestra América, como señala Eduardo Galeano:

“La comunidad, el modo comunitario de producción y de vida, es la más remota tradición de las Américas, la más americana de todas: pertenece a los primeros tiempos y a las primeras gentes, pero también pertenece a los tiempos que vienen y presiente un Nuevo Mundo. Porque nada hay menos foráneo que el socialismo en estas tierras nuestras. Foráneo es, en cambio, el capitalismo: como la viruela, como la gripe, vino de afuera”

La Guerra Cultural

No obstante, los valores y la ética que encierran los proyectos liberadores del socialismo latinoamericano se enfrentan al titánico modelo de dominación cultural y aún no logramos que se constituya en una contrahegemonía ideológica-cultural capaz de hacerle contrapeso al avasallador modo de vida norteamericano.

Las izquierdas latinoamericanas, estamos en la búsqueda de romper con métodos de trabajo político-ideológicos demasiado doctrinarios, que no logran penetrar las conciencias colectivas de nuestras sociedades – y en particular de las nuevas generaciones – y, por tanto, no logran conformarse en nuevos horizontes utópicos. Como señala el sociólogo brasilero Emir Sader, la hegemonía ideológica de los Estados Unidos “se refleja en su capacidad de convicción, persuasión, de fascinación, de adopción de los valores del modo de vida norteamericano.”

La guerra cultural del capitalismo se libra más ferozmente en los espacios cotidianos de nuestras sociedades, en nuestros barrios, nuestras comunidades, nuestros hogares, donde se reproducen prácticas, valores y sentidos comunes. Así lo señala el intelectual revolucionario cubano Fernando Martínez Heredia cuando plantea que “el esfuerzo principal del capitalismo actual, está puesto en la guerra cultural por la vida cotidiana.” Renan Vega Cantor plantea que el reto histórico para la liberación Nuestroamericana es “de crear un nuevo “sujeto cultural” que solidifique la base de los cambios que tienen lugar en América Latina.”

En Colombia, la dominación cultural del capitalismo se manifiesta, como dice el mismo intelectual colombiano (2010) en “el deseo de enriquecerse rápido, sin esfuerzo y, por supuesto, se vincula al narcotráfico y a bandas sicariales, y eso ha sido muy impulsado por el gobierno de Uribe y por el actual; es decir, el apoyo de ese tipo de enriquecimiento y de ascenso social inmediato.” Es ese el gran soporte ideológico de derecha colombiana.

El reto emancipador

Pasar al teatro de operaciones de la cultura como parte fundamental de la lucha emancipatoria es imprescindible en este momento histórico.

Difícilmente podrá fructificar el proyecto de la construcción de socialismo latinoamericano sino asumimos plenamente la batalla cultural, sino entramos a disputar de lleno los sentidos comunes que han sido naturalizados por el sistema capitalista, sino logramos socializar los valores y la ética de la emancipación, sino terminamos de romper de una vez por todas con la hegemonía cultural del modo de vida norteamericano y construimos una hegemonía alternativa liberadora.

La nueva cultura del socialismo latinoamericano la construyen los sujetos sociales mismos. Para lograrlo debemos, como revolucionarias y revolucionarios, prepararnos para disputarle los sueños y las fantasías al capital, para persuadir y fascinar a los pueblos con la utopía del nuevo mundo y la nueva sociedad.

Vale señalar que la dominación cultural del imperialismo norteamericano se sustenta, en gran medida, en su capacidad de haber convertido “el sueño americano” en el gran mito de su modelo civilizatorio; es por eso que ha prevalecido a través de las generaciones.

Necesitamos constituir un mito propio, que encarne el deseo de vivir de un modo diferente, de pensar, sentir, trabajar y caminar por el mundo de otra manera. Para lograrlo, es preciso inocular de fe y pasión nuestros proyectos de liberación, tal como lo señaló el revolucionario peruano José Carlos Mariátegui: “La fuerza de los revolucionarios no está en su ciencia; está en su fe, en su pasión, en su voluntad. Es una fuerza religiosa, mística, espiritual. Es la fuerza del Mito.”