Para los que dudan de la necesidad de la lucha armada



x El Insurgente. Pdpr-Epr -

"A aquellos que argumentan la inviabilidad de la revolución armada “recurriendo a la misma historia”, les decimos: citan a la historia desde una perspectiva y posición política-ideológica clasista y distorsionada, dejando fuera de su análisis la integridad de la misma. Ven solo lo que quieren ver. Mutilan a la historia desde sus propios intereses."

"Por que saber que otro mundo es posible y no hacer nada sería traicionarse como seres humanos."
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“Es imposible ser indiferente ante la injusticia
cuando se es humano, y si esto constituye un crimen
que se nos condene a muerte porque vivos jamás desistiremos
a nuestra condición de humanos.”
EL QUE ESCRIBE…




Para aquellos que se encuentran segados por el miedo…
Para aquellos que no ven la verdad de lo posible…
Para todos los que piensan que luchar es buscar nuestro propio ocaso…
Para vosotros todos…

Hay quien piensa que la firme decisión de tomar las armas como único medio de emancipación del pueblo y del ser humano carece de justificación ya que nos conduciría al exterminio por la desproporción de “fuerza y poder” que hay entre Estado-Pueblo. Y ni que decir de aquellos que argumentan la inviabilidad de la revolución armada por ser causante de grandes pérdidas humanas (derramamiento de sangre) y de terribles “barbaries”, llegando a decir incluso que es más la destrucción y mal que causa, que el bien que proclama. Estos últimos afirman que acuden y citan a la propia historia para demostrar sus planteamientos.

A los primeros les decimos: la diferencia podrá ser cuantitativa pero jamás cualitativa. Nuestro pueblo nos ha enseñado con su ingenio que hay muchas formas de lucha para igualar condiciones desproporcionadas, y que ese elemento que ven como debilidad es precisamente nuestra más grande fortaleza. Su error radica en concebir y considerar de forma simplista la lucha armada, sin conocer y comprender la complejidad que guarda su verdadera esencia.

La principal fuente de este conocimiento es la incuestionable y larga historia de las diferentes luchas populares, tanto de México como de otros países. Nos han heredado el método para luchar contra el enemigo del pueblo. Hay que recordar que el Estado siempre se caracterizará por tener el monopolio de la violencia (Fuerzas Armadas) a su disposición y servicio, y todo un aparato judicial (leyes) que lo protegen de la justicia. Pero el pueblo organizado siempre será más fuerte y vencerá porque la razón siempre estará en la voluntad del pueblo, aunque hay quien piensa que éste es ignorante y que los que realmente saben son sus “representantes” políticos, dejando en claro su concepción desvirtuada y corrompida que tienen de Democracia (si no pregúntenle al hombre que gusta de calzar votas de charol). Pretenden darse aires de guías del pueblo, conocedores de la verdad, cual si de un salvador se tratara; pretenden tener razón ante su hipócrita realidad de ilusas intenciones. Criminales es lo que son, apatridas y pueblocidas (inhumanos) detractores de la humanidad.

Hay quien piensa lo peor de la lucha armada citando la revolución mexicana de 1910, haciendo un análisis incorrecto o incompleto de la historia olvidan que esta lucha fue traicionada, nunca triunfó como tal, y que jamás se cumplieron sus verdaderos ideales. Olvidan que en la lucha armada del pueblo hay formas y métodos que difieren de la concepción simplista de la guerra que implicaría su inevitable aplastamiento y derrota. Aún así, les decimos que la posibilidad de reivindicarse siempre está abierta, por que hacer esto no es traicionarse sino mas bien dignificarse.

Otros, la gran mayoría, influidos por los primeros temen o rechazan la lucha armada por que piensan o creen que esto implica la muerte. Es cierto, morir es una posibilidad dentro de la lucha armada, pero ¿Acaso el no hacer nada nos garantiza la vida? ¿Acaso será mejor soportar el yugo y esperar a que la miseria acabe con nosotros? ¿Podrán decir cuál es la diferencia entre morir de hambre, en la miseria, y morir luchando si al final es lo mismo?. La gran diferencia es la dignidad humana, pues podemos permanecer indiferentes ante la injusticia y tal vez, sólo tal vez, viviremos para ver a nuestros hijos, a las nuevas generaciones, en la miseria, en el hambre y el dolor; en las más inhumanas condiciones posibles. O podemos correr el riesgo de morir luchando por acabar con este lastre de la humanidad que solo engendra miseria. Porque morir así implica un acto de amor a la vida misma, por hacerla mas digna y justa. Por que saber que otro mundo es posible y no hacer nada sería traicionarse como seres humanos conscientes, no podemos ser indiferentes ante lo inhumano, pues esto implicaría auto negarnos.

A aquellos que argumentan la inviabilidad de la revolución armada “recurriendo a la misma historia”, les decimos: citan a la historia desde una perspectiva y posición política-ideológica clasista y distorsionada, dejando fuera de su análisis la integridad de la misma. Ven solo lo que quieren ver. Mutilan a la historia desde sus propios intereses.

Y no hace falta hacer gala de una gran demostración para mostrar lo dicho, pues ya que su propia contradicción sobre la cual se basa su más profundo argumento lo demuestra: se horrorizan del gran derramamiento de desangre que ocasionó la revolución mexicana, se escandalizan de la gran destrucción material que consumó; aseguran que fueron más los daños que provocó que los bienes que “trajo” (desestabilizad económica y política, inseguridad, barbarie, etc., etc.). Mientras que por otro lado invocan y apelan, con sentimiento divino, a las Instituciones como único medio por el cual deben resolverse los problemas sociales, asumiéndose de esta forma como fieles y férreos defensores de la vida institucional, de la “legalidad”. Esas mismas instituciones que surgieron de esa revolución armada que tanto despotrican a su antojo, esas que se erigieron en nombre de la sangre derramada, ahora las defienden a sangre y fuego.

Por eso les decimos, sobre todo a los que van dirigidas estas ideas, al pueblo: que no nos engañen con su juego de argumentos persuasivos, que no nos engañen con sus mentiras. Por que si vemos y analizamos quienes son los que argumentan estas ideas, y desde que posición lo hacen, nos daremos cuenta que se trata de aquellos que sin la revolución en nada hubiera cambiado su posición de apoderados, de beneficiados directos del gobierno derrocado, de aquellos que viven en la opulencia a costa del pueblo. Y en el mejor de los casos se trata de aquellos que viven apartados de la realidad, esos que fundan castillos de arena en el aire por no conocer y vivir la cruda realidad. Porque es sencillo y cómodo argumentar desde la supuesta intelectualidad.

La revolución armada esta más que justificada, es una necesidad categórica. Por que la explotación humana es ética, moral, política y socialmente reprobable (desde donde se quiera ver); no hay argumento valido ni verdadero que la justifique. Por eso esta necesidad nos corresponde a todos: mujeres, hombres, jóvenes, estudiantes, profesionistas, obreros, campesinos, religiosos, ateos; al pueblo en general. En nuestras manos está la fuerza de la libertad, rompamos juntos las cadenas de la opresión para alcanzar nuestra felicidad como pueblo.

¿Por qué te aferras tanto a tu destrucción?
Como si fuera la causa de tu nacer
¿Por qué te aferras tanto a la muerte y no a la vida?
¡Sacúdete ya tu pesadez, tu oprobio, tu nada¡
Mira claro sin abismos, mírate a ti mismo; pues es aquí
a donde perteneces.

¡POR QUE SI AMAS LA VIDA LA REVOLUCION TE PERTENECE¡

Pdpr-Epr

Tomado de El insurgente. Año 12 Nº 112 Diciembre de 2008 Pag. 23

Fuente: cedema.org